Rodrigo Jaramillo - INTERBOLSA: Un gigante de papel

Por: Dr. William Franco G

Rodrigo Jaramillo - INTERBOLSA: Un gigante de papel

Hace un par de semanas se advirtió, en esta columna, de manera tangencial, que el asunto de Interbolsa "era la pirámide de estrato 6", ahora se observa como el Procurador General recoge esta frase para referirse al tema. Sin embargo, la expectativas en el decanto de la situación da para anunciar que, lo que estamos presenciando, tiene las misma dimensiones de lo acontecido en la década de los 80 con el señor Félix Correa Maya (Furatena .- Banco Nacional) cuando, emparapedado de banquero, antes abarrotero de Caucacia, timó con auto préstamos a miles de ahorradores para luego tomarse por asalto toda clase de compañías con dineros ajenos, acompañado de otra calaña: Jaime Michelsen Uribe (Grupo Grancolombiano). El primero terminó en la cárcel, el otro en el destierro huyendo de la justicia. Y el país quedó sumergido en la peor crisis financiera del siglo (1.982).

Fueron las épocas en que la economía de Colombia era de bolsillo, los negocios se manejaban como una verdulería, los proyectos se dibujaban en una servilleta. Todo se derrumbó, fueron muchas las empresas afectadas que cayeron como hojas de naipe, no quedaron ni los avisos para el recuerdo. Éramos una tienda de barrio, en una mano cabía el Producto Interno Bruto (PIB) en la otra las deudas; el FMI cabalgaba sobre nuestros lomos.

Los tiempos pasan y los bandidos vuelven, mas remozados ahora, para caparnos de nuevo; no con la navaja y los dados del ayer escondidos en un carriel, sino con operaciones financieras mas elaboradas. La historia se repite, el péndulo es inexorable en su regreso, otro hijo de la raza antioqueña - Rodrigo Jaramillo - involucrado en mañosas tramoyas financieras, que, despojado de toda clase de escrúpulos y confabulado con otros construyó con habilidad y artimaña de culebrero, un enjambre de papel tan grande como su ambición y su codicia.

Presumido y engreído posaba de honorable en su oráculo de fachada, desde allí supo especular, asaltar, manipular, jugar en el filo de la ley, sustentándose en las debilidades y flaquezas de las normas para sacar el mejor partido. Y, si que lo logró, hinchado de vanidades hizo del chisme, el rumor, el comentario, la manipulación, su mejor bordón de apoyo para llevar a delante su organización delincuencial: La estafa, lavado de activos, concierto para delinquir, abuso de confianza, y muchos otros supuestos pendientes por resolver.

Con la habilidad del maromero de circo, y sentado en el palo del trapecio, supo, en mas de una ocasión, aplazar la debacle. Pero los plazos de vencimientos y el acoso de las obligaciones destaparon lo que ya era vox populi. Los ruidos de catástrofe se escuchaban y el Estado - Entes reguladores - exponente de lo inane y en ejercicio de su acrisolada mediocridad hicieron lo que tenía que hacer: No ver, no mirar, no actuar. Ahora, todos sus funcionarios mequetrefes salen a gritar que son ajenos a cualquier mácula. Partida de sinvergüenzas y descarados que se atornillan en sus cargos para no renunciar. Ellos no saben de decencia.

Todos son una pandilla de vulgares anodinos que se esconden y abrazan las leyes vacías para exonerarse de responsabilidades y culpas. Seguimos siendo un país de cafres (Echándía), la mía: Un país de putas y bandidos.

Faltan muchos cómplices y determinadores por conocer, esto apenas comienza, la cuesta arriba ya asoma. Muchos años tendrán que pagar en la cárcel, otros no volverán a ver el sol, se la pasarán leyendo expedientes y cumpliendo requerimientos judiciales. Mientras afuera - extramuros - sus familias roen el desprecio y el desplante de los afligidos estafados, que en silencio rumiaran sus penas y desgracias. No hay espacios para lamentos, en todo negocio de especulación el riesgo es latente. Muchos de los afectados fueron cómplices de esas aventuras, también responderán por sus actos.

Con todo esto que está sucediendo no podemos ya hacer diferencia entre el sector público y el privado, ya no se sabe cual de los dos bandos es mas corrupto.

El mechudo, dueño de DMG, los Moreno, los Nule resultaron unos pendejos, muñecos de trapo al lado de estos timadores de cuello negro. El legado de todos estos será la infamia y la deshonra.

Que hermoso país el que nos toco en suerte vivir. No hay un sola semana de descanso, mi pluma hierve en ira santa.

8 Diciembre de 2012