Carta al Presidente Santos

Por: Dr. William Franco

Señor, presidente:

No le hablo como feje de Estado, ni como jefe de gobierno, le hago como economista y amante de los toros que es usted para que me pueda entender mejor.

Después de tener las encuestas actuales (Gallup y Datexco) y comparándolas con los resultados que ellas mostraban al comienzo de su gobierno, podemos afirmar, que:

- Su techo era de 80%, ahora es de 48 % en favorabilidad. Muestra una caída de 32 puntos sin velas de resistencia ni de soporte que pueda crear un piso. Esto indica que cualquier situación puede pasar.

- Las posibilidades de un rebote o un rally alcista, que revierta la tendencia no se observa en el horizonte, no hay señales fundamentales que lo permitan. Por el contrario las externas y las internas son desalentadoras. También la economía institucional es muy débil en sus indicadores.

- Lo relevante ahora es analizar, aceptando un piso de 48%, esperemos que este no se convierta en el techo de su gobierno. Sin embargo, si observamos la historia reciente, de los últimos 5 lustros, crisis presidenciales, notará que ninguno de los que lo precedieron lograron revertir la tendencia, no hubo inflexión de quiebre. El único que logró un cierre moderadamente aceptable, de gobierno, fue Gaviria, pero venía de un desastre de 32 % por lo inepto que fue para manejar la crisis de Pablo Escobar y del apagón energético que sufrió el país en su cuatrienio. Logró cerrar en un 42%.Nada despreciable en el contexto latinoamericano.

Eran los tiempos de simoncito Gaviria, cuando jugaba, arrastrándose por salas y pasillos en la Casa de Nariño. El mismo que hoy acusa al gobierno de ser el primer responsable de la crisis actual.

- Lo mejor que puede ocurrir ahora es un rebote, no importa que sea débil para que forme una figura de resistencia.

Presidente: Los mercados no están para la especulación, y menos para atacarlos, liquidando posiciones y abriendo otras con proyecciones que no tienen pretensiones.

El mercado (pueblo) está confundido, nervioso; los brokers, tradistas están en actitud de observación. Operar en estas circunstancias los riesgos son muy altos, es mejor asumir una actitud de OBSERVAR.

Dejar que las aguas se calmen y se reposen en los rezagos de la llanura.

Créame que no he recibido con optimismo sus últimas apariciones, lo noto muy reactivo, ligero, precipitado. En un anterior mail que le envié le hice saber que era mejor dejar hacer, que hacer, que la mejor estrategia para las circunstancias presente era OBSERVAR, que el pensamiento no es un buen punto de apoyo en estos momentos para construir actos de gestión idóneos y conducentes con pretensiones de certeza.

Usted no puede permitir que el acoso de sus emociones lo arrastre entre raudales. Uno no puede ser diligente en medio del éxtasis de la situación, hay que tener calma y mesura. Mejor el silencio, y tratar de no exponerse. "Por madrugar más el sol no aparece mas temprano".

Su capital político aún es alto, no lo dilapide de esa manera sometiéndose al oprobio, al desplante, al rechazo, a los gritos de la galería. Mejor váyase un par de días para Anapoima a invocar sus ancestros, a vaciar su mente atribulada y condicionada. NO es una metáfora socarrona, presidente, es una estrategia para que usted pueda observar bien el bosque y no los árboles. Necesita desmarcarse de todos sus asesores para poder tener una mejor visión del colectivo nacional para tener así una mejor sintonía con su entorno natural, el pueblo.

Tiene que aceptar que el toro (congreso) quedó herido de muerte, retírese a los medios, obsérvelo desde allí sin quitarle la mirada, no le cierre la salida, déjelo que busque la querencia, las tablas. La fiera requiere respiro, la puya fue insolente (veto presidencial - objeciones del proyecto), por fortuna hay cambio de tercio (20 de julio), allí podrá sacar su muleta, y guardar su capote para retomar la faena con mejor criterio, observando - primero - bien la embestida ara saber por cual pitón se deja mejor torear.

Presidente, después de la vara, es muy probable que el encastado haya quedado flojo de remos, su picador (ministro Esguerra) cargó con fuerza dejando sangrar el morrillo a borbotones en la arena. La pica no fue limpia, fue trasera y matrera, el animal (hampones congresistas) no perdona, tenga cuidado, son bestias traicioneras de baja casta, no acusan de nobleza ni trapío. Sus astas siempre van al corte de la femoral. Son toros mañosos, complicados de lidiar.

Los tendidos tampoco están a su favor, el murmullo corre y los silbidos acosan. Tenga paciencia, y temple la muleta con mando, por delante siempre, pero sin acoso. No es hora de revoleras ni de florituras, para arrancar aplausos, hay que ser serios y ortodoxos en sacar adelante esta complicada faena que le toco en suerte.

Buena suerte torero, la espada es suya. Con vuelta al ruedo me conformo, llegarán más tardes donde pueda salir en hombros entre aplausos y paso dobles, y olé.