Los prevaricadores de la cueva de Alí baba

Los prevaricadores de la cueva de Alí baba

Por: William Franco

La operación criminal, maquiavélica, adelantada por el Congreso de la República - reforma de la justicia - no fue cosa de poca monta sino de alta filigrana, tacada a cuatro bandas para beneficios propios. En este contubernio malévolo, torcido concursaron también magistrados de las altas cortes. Además el gobierno en actitud pasiva, en su momento, buscando gobernabilidad, fue pusilánime, opaco en su gestión en evitar que este remedo, entuerto asqueroso de reforma se aprobara.

Fue el presidente Santos quien presentó este proyecto, él como comandante jefe de su tropa debería ser el primero de haber rechazado el engendro que se estaba fraguando. No lo hizo. Ahora sale con el alma moribunda y fundida en pena a decir que no va a promulgar esa ley (acto legislativo). Pilatos, Jugador de Póker.

De otro lado es increíble que el niño simoncito Gaviria - Presidente de la Cámara de Representante - salga ahora a decir que él no leyó, bien, el texto de la reforma constitucional. Que vergüenza, al menos por respeto al papá - Cesar Gaviria - quien fue el promotor de la Constitución de 1.991, debería haberlo hecho. Pinocho, mentiroso.

Se reconfirma una vez mas, que no hay una actividad mas deleznable, mas pueril, mas vergonzante que ser Senador, político, juez de este país. Mas que sentirnos indignados, deberíamos actuar en dirección para cerrar esta cloaca, cueva de avezados delincuentes, que esquilan a esta nación de la manera mas miserable.

El congreso, los jueces y el gobierno son de la misma ralea:

Todos hicieron un perfecto contubernio - reforma a la justicia - , para cuidar cada uno sus intereses. Lo único cierto es que estamos en manos de:

Culebreros, altaneros, leguleyos, denigrantes, dementes, mequetrefes, soquetes, socarrones, desafiantes, insultantes, provocadores, coléricos, impúdicos, irónicos, ilógicos, cínicos, lúgubres, opacos, genuflexos, caóticos, parabólicos, paradójicos, inservibles, rabiosos, ladrones, salteadores, irrepetibles, irreparables, irresponsables, indolentes, insolentes, políticos, magistrados, malquerientes, mendigantes, impertinentes, repelentes, recurrentes, maldicientes, dementes, pueriles, ramplones, parciales, sectarios, atrabiliarios, escabrosos, tortuosos, sinuosos, dolosos, culposos, tendenciosos, fastidiosos, zarrapastrosos, temblorosos, ruinosos, rencorosos, tenebrosos, mafiosos, verbosos, morbosos, cenagosos, escabrosos, ventajosos, mentirosos, engañosos, fogosos, envidiosos, jactancioso, oscuros, nublados, empantanados, desorbitados, solapados, obstinados, atrabancados, desbordados, desvencijados, iracundos, desmemoriados, bufones, cortesanos, densos, impíos, torcidos, arcaicos, repetitivos, vengativos, reierativos, obsesivos, jacobinos, viperinos, vituperinos, luciferinos, mezquinos, mentirosos, herejes, blasfemos, pendencieros, necios, obscenos, tercos, torvos, execrables, excéntricos, paranoicos, infames, siniestros, marrulleros, tramoyeros, perversos, relapsos, pertinaz, atroz, soeces, sagaces, inmorales, insensatos, payasos, malabaristas, grotescos, risibles, mezquinos, cuatreros, despreciables, ruinosos, timadores, escoria, basura de este país.

Que se puede esperar de Colombia, que lanzó con desprecio a Bolívar, de Santafé de Bogotá, con gritos de: "Longaniza Hijo de puta... ", esa fue la despedida que le dimos antes de morir. Por eso somos lo que somos un recodo miserable, vergonzante. El 95% de los Estados del mundo nos piden visas. Nuestra clase política y burócrata es un reflejo de lo que somos. Aquí lo excepcional es ser honesto y decente. El Congreso simplemente es un reflejo de lo que la tierra da.

Colombia, putas y bandidos a dos manos.

Si la justicia de este país llegara a funcionar, se necesitarían 1.000 mega cárceles para apresar al 97% de impunidad que existe hoy en día. Mejor dicho, Colombia estaría preso, y la gente decente serían extranjeros, por estar en extramuros, fuera de las mazmorras, así de simple.

Y si tiene alguna duda mire a los congresistas y políticos que están hoy presos, no caben en las cárceles. Y hay 77 de estos mismos haciendo fila.

A estos sinvergüenzas hay que arrinconarlos con desprecio social, que sientan, que donde llegan no son bienvenidos, que su presencia asquea el lugar.

Así como gritamos a Piedad Córdoba: Negra Hijueputa, a toda esta pleyada de miserables hay que tratarlos igual. Hagamos del verbo nuestra arma infalible para combatirlos, sin tregua ni lugar.

Si los soldados de la patria persiguen por selvas y veredas a los terroristas, sin descanso, lo mínimo que debemos hacer nosotros es perseguir a estos granujas y escupirlos en la cara igual como lo hizo Demóstenes el ateniense - Jónico - con sus verdugos.