Las discusiones lastiman


Las discusiones lastima, debemos ser delicados antes de actuar:

Muchas personas creen que la agresión sólo cabe en los planos de lo físico, mas que disentir de esta liviana posición debo advertir que muchas veces es más grave una agresión de palabra, de actos que cualquier otra cosa.

Cuando se entran a tratar asuntos propios de la pareja en resolver, analizar, intercambiar conceptos, y más cuando son temas de cierta sensibilidad, se debe tener el mayor cuidado y delicadeza en las expresiones que se emiten.

No podemos negar que en más de una ocasión se ha perdido el centro de la discusión por culpa precisamente de frases disonantes que generan malestar en la contraparte. Sin duda esto genera una predisposición, malestar que no es bueno para ninguno de los dos, y mucho menos para la convivencia en pareja.

De igual manera existen actos de comportamiento que siembran dudas e indisposición, como cortar abruptamente la conversación, cerrar intempestivamente las posibilidades de diálogo, no dejar hablar al otro.

Todas estas actitudes, con el transcurrir del tiempo se van sumando y acumulando en la mente de cada uno de nosotros, para después tomar una determinación, que muchas veces se vuelve radical, terminar todo.

A las mujeres le doy una recomendación, no sean permisivas, y mucho menos tolerante. Muchos hombres quieren encontrar la razón imponiéndose a gritos, sean firmes y concluyentes, exijan respeto ante todo.

Sin embargo, también existen mujeres de temperamento bilioso que por cualquier cosa pierden los estribos con facilidad, son personas extremadamente pasionales, que aman con alma vida y corazón.

En las discusiones de pareja se enceguecen, no saben controlar sus impulsos, son muy propensas a deprimirse por causas de su arrepentimiento. Cuando se tenga esta tipología de mujer como pareja, se debe ser muy comprensivo, pero igual se debe actuar con firmeza. Mas que entrar a recriminarla entre a explicarle amorosamente, que es ella en últimas la que mas sufre.